miércoles, 3 de junio de 2009

Que alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa del Señor...






... del señor Neil Young, 30 de mayo, Barcelona.

Un amigo me invitó a escuchar y ver a Young en BCN. Mi hijo también estaba por ahí, con un grupo de gente. Al final lo vi solo, alejado del escenario porque no estoy para tantos decibelios.
Sobrado de talento, errores, distorsiones y parquedad, Young me dejó un gran sentido de la responsabilidad. Es indescriptible la sensación de ver a una especie de ídolo desde mis 13 años; un tipo que no defrauda, que va per feina y emociona. Un señor mayor que sigue tocando una guitarra eléctrica, eso es R'n'Roll, se pongan como se pongan los indies.
Young dio la vuelta completa. Jamás abandonó su estilo y, las modas, otra vez lo quieren para sí. Cuando lo escuché en vinilo por primera vez, era el último de la fila de Crosby, Stills & Nash. El sábado era el super-viviente de la máquina de picar música.

Nadie podrá ser como Young, ni siquiera Lennon, que tuvo la suerte de morir asesinado.
A Neil no lo mata ni la máquina de picar música en la que nos hemos convertido.

Neil Young i prou,,, etc.


No hay comentarios:

Publicar un comentario